Nivel D - Avanzado
Juego nº 20D: El poder de la mujer romana
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Viendo las monedas de oro siguientes, podemos ver reflejado el poder que sin
duda tenían las mujeres en la corte romana, ejerciendo en ocasiones un verdadero
poder en la sombra. Los peinados de las augustas féminas nos pueden ayudar a reconocer rápidamente
el personaje
que representan porque los podemos relacionar con los exquisitos bustos de mármol
que han llegado hasta nuestros días.
Pero... ¿lucía siempre una emperatriz el mismo peinado?
¿Imitaban unas los estilos de otras? Ahora podrás comprobarlo. Identifica y data estos siete áureos, verás la moda de la época al encuadrarlos en su siglo correspondiente.

En la siguiente imagen aparecen influyentes emperatrices romanas, madres de emperadores e incluso una
poderosa abuela. Pero solo una de
estas mujeres fue a la vez "nieta, hija, hermana, esposa, madre y tía" de emperadores.
¿Sabrías decirme a qué supermujer me refiero?
Te daré una pista, en Barcelona tiene una céntrica plaza a su nombre. ¿Aún no lo
sabes? Pues antes de mirar la solución dime algo más sencillo ¿a quién me he
referido al decir "poderosa abuela"?

¿Quieres saber la solución?
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1.- |
Plautila |
Siglo III - Esposa de Caracalla (áureo, 202-205) |
2.- |
Plautila |
Siglo III - Esposa de Caracalla (áureo, 202-205) |
3.- |
Julia Paula |
Siglo III - Esposa de Heliogábalo (áureo, 219-220) |
4.- |
Crispina |
Siglo II - Esposa de Cómodo (áureo, 180-182) |
5.- |
Didia Clara |
Siglo II - Hija de Didio Juliano (áureo, 193) |
6.- |
Antonia |
Siglo I - Madre de Claudio I (áureo, 41-45) |
7.- |
Julia Titi |
Siglo I - Hija de Tito (áureo, 81-82) |
8.- |
Sabina |
Siglo II - Esposa de Adriano (áureo, 128-136) |
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Gala Placidia (moneda nº
10), quien siendo reina de los
visigodos vivió con su marido, el rey Ataúlfo, en Barcino (Barcelona) entre los años 414 y 415.
Extraordinaria mujer que fue nieta de Valentiniano I, hija de Teodosio I,
hermana de Arcadio y Honorio, esposa de Constancio III, madre de Valentiniano
III y tía de Teodosio II. Todos ellos, emperadores romanos.
No es de extrañar que su nombre se recuerde actualmente en una céntrica plaza barcelonesa.
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Julia Maesa (moneda nº
15) fue la influyente abuela de
Heliogábalo y Alejandro Severo.
Mujer de gran talento y fortaleza, ambiciosa y experta política, verdadera matriarca de la dinastía Severa, tras la muerte de su hermana Julia Domna.
Su intervención fue decisiva para la ascensión al poder de su nieto Heliogábalo,
así como en su muerte y sustitución por su otro nieto, Alejandro Severo. |
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9.- |
Julia Mamea |
Madre de Alejandro Severo (áureo, 226) |
10.- |
Gala Placidia |
Madre de Valentiniano III (sólido, 426-430) |
11.- |
Fausta |
Segunda esposa de Constantino I Magno (sólido, 324) |
12.- |
Julia Mamea |
Madre de Alejandro Severo (áureo, 226) |
13.- |
Lucila |
Esposa de Lucio Vero (áureo, 166-169) |
14.- |
Crispina |
Esposa de Cómodo (áureo, 180-183) |
15.- |
Julia Maesa |
Abuela de Heliogábalo y Alejandro Severo (áureo, 218-223) |
Pregúntale al oráculo (clic en la imagen)
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Algunas notas sobre los peinados en la antigua Roma |
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A lo largo de la historia de Roma, y sin considerar las
deidades, los peinados femeninos de las monedas pasaron
por una serie de etapas en las que podemos apreciar una
gran diversidad de estilos. El grado de refinamiento
de casi todos ellos es exquisito, e independientemente de
que correspondieran o no a una imagen real, cabría
plantearnos si las damas romanas lucieron de verdad estos peinados.
La respuesta es sí. Había profesionales del corte y peinado (ornator / pectinator
u ornatrix / pectinatrix en el caso de ser mujeres) encargados de elaborar estos trenzados y recogidos. Para sujetar el
cabello las ornatrices se ayudaban de horquillas, alfileres, peinetas, redes, cintas y lujosas
diademas y broches. El grado de sofisticación era tal que en algunos peinados
añadían postizos e incluso conseguían rizados artificiales empleando un utensilio
llamado calmistrum, un tubo de metal que calentaban previamente. Después
fijaban el pelo mediante la aplicación de diversos ungüentos. |
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En el tocador de una domina tampoco faltaban los cosméticos, cremas, aceites
y perfumes, guardados en delicados recipientes de cerámica, alabastro o cristal,
así como los utensilios necesarios para aplicarlos, sin olvidarnos de lo más
indispensable, el peine, y cómo no, el espejo, a menudo decorado con refinados
motivos, y todo ello fabricado con diversos materiales que variaban según la clase social.
El maquillaje se vendía en forma de polvo y antes de usarse debía diluirse con lanolina
(aceite) en pequeños platos. Los labios y las mejillas se pintaban de rojo, con pigmentos
que se obtenía de plantas, minerales y moluscos. Los ojos se delineaban de negro y las cejas
las usaban muy marcadas. Los párpados los sombreaban de color azul.
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Como notas curiosas, destacar que la imagen personal tenía tanta importancia en
Roma, que era objeto de críticas y comentarios entre los ilustrados. Tal es el caso
del comediógrafo romano Plauto (254-184 a.C.), quien escribió: "una mujer sin
pintura, es como una comida sin sal".
Y resaltar también que fue el poeta romano Ovidio (43 a.C. - 17 d.C.) el autor del
primer libro sobre cosmética, un tratado de belleza titulado "Medicamina faciei
feminae" (Cosméticos para el rostro femenino), en el que incluye consejos
y recetas varias.
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Algunas notas sobre el poder de la
mujer romana |
Las mujeres en Roma podían alcanzar el rango más alto posible, el de Augusta,
e incluso algunas fueron divinizadas después de su muerte. Es habitual que los
emperadores acuñaran monedas a nombre de sus esposas, hijas, madres o abuelas,
pero el poder "oficial" de la mujer en el mundo romano quedó circunscrito a sus
periodos como regentes, mientras que sus hijos alcanzaban la mayoría de edad,
pues la corona solo se podía heredar siendo varón.
Sin embargo, muchas de ellas han pasado a la Historia por merecimiento
propio. Algunas ejercieron un verdadero poder en la sombra, mediante la influencia que ejercían sobre el
emperador y, desde luego, a través de las frecuentes intrigas y conspiraciones palaciegas.
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En algunos periodos,
como los de Heliogábalo y Alejandro Severo en el siglo III, o los de Teodosio II y
Marciano durante el siglo V, fueron mujeres fuertes y políticamente astutas las que
realmente manejaron los hilos del poder durante décadas, designando incluso los
nuevos emperadores. Nos referimos a Julia Maesa y su
hija Julia Mamea en el primer caso y a Pulqueria en el otro.
Sin olvidarnos de la influyente
esposa de Augusto (Julia Augusta) y la de Septimio Severo (Julia Domna) cuyo
busto
vemos a continuación. |
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Entalle de aguamarina con el busto de la emperatriz romana Julia Titi (79-81 d.C.),
firmado por el artista griego Euodos. Bibliothèque Nationale de France - 1 -
2 -
3 (París, Francia).
Entalle de aguamarina con el busto de la emperatriz Julia Domna.
(Metropolitan Museum of Art, Nueva York) |
¿Quieres aprender más sobre estos temas?... Visita:
Índice de biografías de emperadores, familiares, herederos, rebeldes y usurpadores
del Alto Imperio y
el Bajo Imperio Romano
Portraits et coiffures d'impératrices romaines
Hairstyles of the Rich and Famous 2,000 Years Ago
Videos (You Tube): Cleopatra, Plotina, Sabina,
Julia Domna y Faustina hija
Verdolay nº 9: Revista del Museo Arqueológico de Murcia, 2005. Páginas 185-188
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