GENERALIDADES
Contramarcas y marcas de Hispania Antigua (ss. II a.C. - I d.C.)

 

GENERALIDADES
Contramarcas y marcas en las monedas de Hispania Antigua
(Península Ibérica, siglos II a.C. - I d.C.)

La estampación de contramarcas y marcas sobre las monedas de bronce es un fenómeno común en el mundo antiguo del que no fue ajeno la abundante amonedación de Hispania Antigua. (Ver: "Marcas, contramarcas y reacuñaciones en las monedas de la Antigüedad").

El contramarcado es una forma rápida y barata de convertir monedas foráneas en propias, reteniendo las piezas para circular en el ámbito del que las resella. En otros casos fue una operación para devaluar o legalizar piezas muy gastadas, ya que el valor de una moneda puede verse modificado o su uso revalidado mediante estos resellos; pero la función del contramarcado debió ser mucho más amplia, hay multitud de contramarcas y marcas presentes en Hispania (hay más 350 tipos) y de muchas de ellas no conocemos su origen, ni su función o significado.

De todos los periodos monetarios de la Hispania romana, es durante la dinastía Julio-Claudia cuando se observa la mayor variedad y cantidad de monedas contramarcadas, sin duda debido al cierre de las cecas occidentales, ya que el suministro de moneda fue decreciendo paulatinamente entre los reinados de Augusto y Claudio. Ver cronología de las monedas provinciales romanas de Hispania sobre las que aparecen algunas de las contramarcas más frecuentes. Es de destacar que similar fenómeno se dio en el resto de las Provincias limítrofes del Imperio.

Las monedas romanas contramarcadas son en su mayoría unidades/ases pertenecientes a Augusto y Tiberio, y en mucho menor medida de Claudio. Los resellos tienen casi siempre un carácter local, no se hace referencia a victorias imperiales o cambios de titulatura del emperador. Sin embargo, hay que hacer notar que Hispania parece ser la provincia que antes se inicia en el hábito de las contramarcas, pues tenemos ejemplos de monedas reselladas a  finales del siglo II a.C., es decir, unos 100 años antes que en el resto del mundo romano. Las últimas contramarcas hispanorromanas corresponden a la época de Nerón, cuando ya todos los talleres monetarios hispanos habían sido cerrados.

Gran parte de las contramarcas utilizan caracteres o símbolos latinos, existen algunas con signos ibéricos y púnicos, pero solo conocemos un tipo de resello que parece utilizar el griego (ver as de Tiberio). Los tipos de marcas son muy variadas y difíciles de sistematizar, si bien se suelen diferenciar por su objetivo y significado en clasificaciones de este tipo:

  • 1.- Contramarcas legionarias que se utilizaron en un contexto militar, seguramente para indicar la propiedad de la moneda, como la cabeza de águila presente sobre todo en las monedas de Calagurris y Turiaso, el jabalí asociado a la Legio X Gemina sobre monedas de Clunia, la punta de lanza de la Legio VI Victrix y una especie de herradura presente en Cascantum (¿Legio IIII Macedonica?).

Las contramarcas LX  y X (Legio X Gemina), LA (¿Legio V Alaudae?) y L.VI (Legio VI Victrix) también son marcas legionarias. En algunos casos este tipo de contramarcas incluyen un nombre personal y se consideran como marcas de donaciones, pero en Hispania no aparecen nombres personales junto a las marcas legionarias, por lo que se cree que la necesidad de mantener dinero circulante en los campamentos militares fue la principal causante de estas contramarcas.

Es de destacar la coincidencia de este tipo de contramarcas militares en las cecas del curso medio del río Ebro. Pero además, la cabeza de águila aparece en distintas emisiones de muchas cecas occidentales (ver mapa), mientras que la marca LA está presente en: Bilbilis, Caesaraugusta, Calagurris, Turiaso, Celsa, Carthago Nova, Ercavica, Colonia Patricia, Saguntum, Segobriga y Kelse.

Ver artículo: Una moneda singular: AE norteafricano contramarcado con la "cabeza de águila" de la Tarraconense.

  • 2.-- Resellos que indican el nuevo valor adquisitivo de la pieza, al ser revalorizada o devaluada: AS, SE (semis), DV / DVP (dupondius), o incluso para desmonetizar las piezas y convertirlas en fichas o téseras. Sin embargo, este tipo de marcas tan corrientes en otras provincias romanas, no parecen encontrarse comúnmente en Hispania, en dónde además tenemos: DS y DX.
  • 3.- Contramarcas que sirven para revalidar un numerario ya en circulación, bien ampliando la validez de monedas muy gastadas con: B / ON / BON (Bonum) o legalizándolas de alguna forma mediante DD (Decreto Decurionum), PR (Populus Romanus), TI (Tiberio), NCAPR (Nero Caesar Augustus Probatum), etc.
  • 4.- Contramarcas cívicas que reproducen el nombre abreviado de la ciudad: TVR (Turiaso), CAS (Cascantum), MS (Municipium Saguntum), GRA (Graccurris), 'šd' (Asido), etc. En algún caso servirían para autentificar la pieza, pero la mayoría de las veces deben de ser un simple intento de recuperación del numerario por parte de los municipios.
  • 5.- Marcas censales o de contabilidad, utilizadas como numerales o marcas de tesorería: A, B, etc.
  • 6.- Resellos mineros que se marcan no sólo en monedas o plomos monetiformes, sino también en las herramientas y utillaje de los ámbitos mineros: SS (¿Societas Sisaponensis?), SC (¿Societas Castulonensis?).
  • 7.- Grafitos: marcas particulares, utilizadas por personas o entidades comerciales (agrícolas, pesqueras, etc.), efectuadas de forma muy artesanal (con el carácter de graffiti.).
  • 8.- Otras marcas, para efectuar donaciones (congiarium) u otras funciones cuyo significado es incierto o nos es desconocido. Por ejemplo, la contramarca indeterminada (¿EA?) mostrada a la derecha, que se encuentra en el anverso de algunos ases de Augusto acuñados en Iulia Traducta.

 

 

Marcas y contramarcas en las emisiones monetarias griegas o sus imitaciones ibéricas

Los griegos prácticamente no acuñaron bronces en nuestra Península. La gran mayoría de sus monedas, así como las abundantes imitaciones ibéricas, son de plata y por lo tanto ajenas al fenómeno del contramarcado. Tan solo conozco un par de contramarcas, una en forma de delfín sobre el anverso de una dracma de Emporion, que entiendo es una contramarca foránea (¿gala?) ya que el tipo de delfín es muy distinto a los habitualmente utilizados en Hispania, y una pequeña con forma de venera (?).

Las marcas circulares, como la que vemos en la moneda mostrada a la izquierda, son muy escasas. Sin embargo existe otra tipo de marca (ver moneda de la derecha) que resulta desconcertante. Esta marca es tan grande que no parece tener relación con las típicas marcas de control de monedas forradas que tan frecuentemente vemos en los denarios romanos y está hecha de forma tan elaborada que tampoco parece un mero ajuste de peso. Dada su peculiar forma, también descarto que sean vanos u hojas de acuñación debidos a impurezas del metal. Ver dracmas de Emporion 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8.

Evidentemente son marcas únicas, artesanales. No parecen estar hechas con punzones sino con algún artefacto cortante, pero todas ellas tienen un aspecto común y también se parecen en sus formas. Entonces... ¿Qué son estas peculiares marcas de Emporion? Pues no sé, lo desconozco.

Tampoco se utilizó el alfabeto griego o greco-ibérico para realizar contramarcas, únicamente algunas emisiones hispanorromanas del valle del Ebro presentan en su reverso una contramarca (RPC 96) que se asemeja a la letra Є (epsilon). Ver as de Tiberio.

Las marcas de control / prueba, realizadas por los nummularii (o los propios usuarios) sobre las monedas de plata, son más propias de los siglos I a.C. y I d.C. por lo que no suelen aparecer en estas tempranas acuñaciones.

 

 

Marcas y contramarcas en las monedas hispanocartaginesas y de influencia feno-púnica

Los hispano-cartagineses no contramarcaron sus monedas, no hay contramarcas específicas sobre las monedas hispano-cartaginesas. Sin embargo, sí que existen marcas hispánicas sobre bronces hispano-cartagineses puesto que en las cecas se marcaban las monedas sin mayor distinción. (Ver algunos ejemplos: Cerdeña, Hispanocartaginesas 1 - 2 - 3). Las marcas de control / prueba, realizadas por los nummularii (o los propios usuarios) sobre las monedas de plata, son propias de los siglos I a.C. y I d.C. por lo que tampoco aparecen en las tempranas acuñaciones de plata hispano-cartaginesas.

Las contramarcas con escritura feno-púnica y neo-púnicas son escasas, se conocen los signos b'b'l (de los ciudadanos) sobre monedas de Asido, p'lh en una moneda de Gadir / Gades, 'šd' (Asido) sobre ases de la celtiberia (Sekaisa y Okalakom) y tgylt sobre de algunos ases de Tiberio de Acci. Esta última contramarca (APRH 167) pone en evidencia la perduración del alfabeto neopúnico en fechas tardías, pues se trata de una moneda que debió contramarcarse en época de Claudio.

Existen, sin embargo, bastantes contramarcas con símbolos, letras latinas e incluso caracteres ibéricos sobre las monedas de bronce feno-púnicas. Entre ellas tenemos:

- Hay más de 15 tipos de contramarcas en el numerario gaditano -la mayoría de difícil interpretación- entre las que sobresalen: la estrella de seis puntas que es la contramarca de Gades más antigua; el delfín, que es la marca más abundante en esta ceca; las letras SA / SAE que también aparecen en téseras, precintos y ánforas, por lo que se han sido relacionadas con alguna sociedad local de pesca, salazones, minería, agricultura o tal vez con el ejército, y las letras SITT que han aparecido en monedas de Gades que circulaban lejos de la ciudad, en Cirta (Numidia).

- En monedas de Ebusus se conoce una cabeza femenina galeada, sin paralelos con ninguna otra ceca hispana, pero similar a las que se utilizan en el mundo púnico y griego extrapeninsular.

- Las monedas de Malaca tienen dos tipos de resellos con punzones circulares de significado incierto, uno de ellos recuerda al signo ibérico ko y el otro es circular, presentando distintos aspectos según la zona del campo donde se impacta.

- Existen monedas de Abdera con un signo X en forma de aspa (RPC 10), similar a la letra ibérica ta, dentro de una depresión cuadrada con puntos a los lados que se asocia a la Legio X y probablemente sirvió para revalidar las piezas en época de Claudio. En el anverso de una moneda de Abdera aparecen las letras ibéricas ta ka punzonadas (APRH 168). Las letras COER, que están grabadas en un punzón rectangular sobre una moneda de esta ceca (según un antiguo dibujo publicado por Sestini), han sido explicadas por Guadán como una mala copia de CAESAR.

- En monedas tardías de Sexs se documenta la contramarca DD, interpretada generalmente como Decreto Decurionum.

- En una rara emisión de Lascuta encontramos un resello descrito como GISCO por García-Bellido (2001: 265) y como DESCOI por G. Cores (2017: 66). Sin embargo, en el ejemplar mostrado a la derecha parece leerse claramente DISCOI.

 

 

Marcas y contramarcas en la amonedación ibérica, celtibérica, berona y vascona

Las contramarcas con escritura ibérica son escasas, se conocen una H (carácter "o" ibérico) sobre monedas de Orosis (G 124), los signos l.e.s.e sobre Kelse, a.r.ta.u / ba.l en Untikesken y m / u sobre Sekobirikes. Además, algunas monedas hispanorromanas de Abdera presentan un signo X (RPC 10) en forma de aspa, similar a la letra ibérica ta, y en el anverso de otra moneda de Abdera aparecen las letras ibéricas ta ka punzonadas (APRH 168), lo que pone en evidencia la perduración del alfabeto ibérico en fechas tardías, pues se trata de un as de Tiberio que debió contramarcarse en época de Claudio.

También son escasas las marcas en escritura feno-púnicas e incluso las latinas, sobre monedas ibéricas. La única marca feno-púnica conocida es la 'šd' (Asido) sobre ases de la celtiberia (Sekaisa y Okalakom) y entre las latinas destacan las contramarcas mineras SC y SS sobre monedas de Kese, las letras LA, VA, CR o R en Kelse y la contramarca VA en Bilbilis.

Entre los pocos símbolos utilizados tenemos: la rueda de Arekoratas, la lúnula o torques de Belikiom, Sekaisa, Sekia  y Tamaniu, así como las estrellas de Kese.

La marca circular con un glóbulo central está impreso sobre distintos valores de plata y bronce ibéricos (Bilbilis, Arekorata, Baskunes, Sekobirikes, Sekaisa, Kelse, Konterbia Karbika). En algunos casos, podría tratarse del signo silábico ku, presente en la inicial de Kueliokos.

Sobre las monedas de plata lo habitual es encontrarnos marcas de prueba, pero las marcas con punzón circular y glóbulo central de los denarios de Arekorata, Sekobirikes, etc. así como en algunos otros escasos ejemplos -como la rueda sobre los denarios de Bolskan 1 - 2 o el signo ku de Bentian- podríamos interpretarlas como verdaderas contramarcas, si bien realmente desconocemos su función y/o significado. Ver: "Marcas de prueba de banquero".

 

 

Marcas y contramarcas en las monedas hispanorromanas
(Periodo republicano y imperial)

De todos los periodos monetarios de la Hispania romana, es durante la dinastía Julio-Claudia cuando se observa la mayor variedad y cantidad de contramarcas, coincidiendo con el mismo fenómeno en el resto del Imperio. Ver cronología de las monedas provinciales romanas de Hispania sobre las que aparecen las contramarcas más frecuentes. Sin embargo, hay que hacer notar que Hispania parece ser la provincia que antes se inicia en el hábito de las contramarcas, pues tenemos ejemplos de monedas reselladas a finales del siglo II a.C., es decir, unos 100 años antes que en el resto del mundo romano.

Las contramarcas aplicadas sobre la moneda provincial hispánica presentan una gran diversidad, P. P. Ripollès enumera 181 tipos en el libro: "Las acuñaciones provinciales romanas de Hispania" (Madrid, 2010), pero lo cierto es que desconocemos el origen o significado de gran parte de ellas. Prácticamente siempre se utilizan caracteres o símbolos latinos, los signos ibéricos ta.ka sobre el anverso de un as de Tiberio de Abdera, y la leyenda neo-púnica tgylt, que se encuentra sobre el anverso de algunos ases de Tiberio de Acci, constituyen claras excepciones.

Solamente he encontrado documentada una contramarca con supuestos caracteres griegos (RPC 96) en las monedas de Hispania. Ver el resello que parece corresponder a la letra épsilon o el numeral griego cinco (Є) en la moneda mostrada a la derecha.

Normalmente las contramarcas se estampan sobre los ases, aunque en ocasiones podemos encontrar algún resello sobre sestercios, dupondios o semises. (Este cuadrante de Emerita constituye sin duda una excepción).

Las últimas contramarcas sobre monedas hispanorromanas corresponden a la época de Nerón, cuando todas las cecas hispanas ya habían sido cerradas.

 

 

Marcas y contramarcas en las emisiones romanas

Las contramarcas o marcas hispánicas sobre los bronces romanos (republicanos o imperiales) son relativamente escasas, si bien aparecen con más frecuencia en sus imitaciones hispanas. Como ejemplos tenemos varios ases republicanos anónimos (ver ases 1 - 2 - 3 - 4), algunas monedas imperiales de Augusto (ver sestercio y ases 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11 - 12 - 13, un sestercio de Calígula y otros de Claudio 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6, siendo todas ellas monedas acuñadas en Roma pero con contramarcas presumiblemente hispánicas.

Existe además un sestercio de Augusto acuñado en Roma (RIC 374) contramarcado con la abreviatura SAL (Salacia) en el anverso y un delfín en el reverso, descrito por Marques de Faria (NVMMVS 1992, p. 7). Ver sestercio de Roma.

Las marcas de control / prueba, realizadas por los nummularii (o los propios usuarios) sobre las monedas de plata, son encontradas con asiduidad en las monedas imperiales cumpliendo la importante función de detección de piezas falsas (forradas), pero no pueden ser consideradas como contramarcas por lo que no son objeto de este estudio.

 

 

Marcas y contramarcas en las imitaciones (monedas no oficiales)

En todo el periodo que nos ocupa (desde el siglo II a.C. hasta el I d.C.), desde las imitaciones ibéricas de Emporion hasta los curiosos bronces no oficiales de la República romana, pasando por las emisiones locales que copiaron cecas importantes como Castulo, Obulco, Iltirkesken, Kese o Baskunes, y finalizando con los abundantes bronces de imitación de Claudio I, las monedas no oficiales tuvieron importante presencia en la amonedación de la península Ibérica y podemos decir que en general no fueron contramarcadas, si exceptuamos el último periodo de las acuñaciones, ya en el reinado de Claudio I. Ver moneda que figura a la izquierda y los tres ejemplos de arriba.

Las marcas o contramarcas sobre este tipo de monedas son muy escasas, si bien aparecen con cierta frecuencia en las imitaciones de mediados del siglo I d.C.  (Ver imitaciones 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7).

 

Marcas de prueba de banquero

Las marcas o punzones que aparecen en las monedas de plata debieron de tener principalmente la función de detección de las piezas falsas (forradas). Se trata de marcas de control / prueba efectuadas por los nummularii (cambistas encargados de separar de la circulación las monedas falsas) o bien por los propios usuarios, por lo que no son contramarcas propiamente dichas. Es frecuente observar estas marcas sobre los denarios republicanos del siglo I a.C. (a menudo gastados por el uso), por lo en este caso se harían en época preimperial y - tras la separación de las forradas - tendrían el sentido de revalidación del numerario. También se observan a menudo en los denarios imperiales, como el denario de Augusto mostrado a la izquierda.

El denario ibérico no acostumbra a presentarse marcado porque ya estaba prácticamente fuera de circulación en la época en que era más frecuente la aplicación de marcas de banquero. De todas formas, en el tesorillo de Albacete aparecieron marcas de prueba en 39 denarios republicanos de los 120 encontrados, en 10 de los 80 denarios de Augusto y sobre 20 denarios ibéricos de Bolskan de un total de 80. Es decir, que el fenómeno de las marcas de prueba o control sobre la plata era independiente del tipo de moneda.

La variedad de estas marcas de banquero es enorme, sin mayor significación aparente que la indicada, la realidad es que hoy en día permanecen en su gran mayoría indescifradas. A modo de ejemplo se muestran las marcas aparecidas en el tesorillo de Linares, un conjunto de denarios republicanos del siglo I a.C. en el que aparecen el 36% de las piezas marcadas con uno o varios de estos signos.

No obstante debieron existir otras razones, quizás recuentos; el denario de a.ŕ.e.ko.ŕ.a.ta que figura a la derecha está escasamente circulado y presenta un círculo con glóbulo (interpretado como el signo ibérico ku) probablemente aplicado en la propia ceca, que es muy similar al símbolo presente detrás del busto de esta misma emisión celtibérica de principios del siglo I a.C.

Sobre las monedas de plata lo habitual es encontrarnos marcas de prueba, sin embargo las marcas con punzón circular y glóbulo central de los denarios de Arekorata, Sekobirikes, etc. así como algunos otros escasos ejemplos -como la rueda sobre los denarios de Bolskan 1 - 2 o el signo ku de Bentian- podríamos interpretarlas como verdaderas contramarcas, si bien realmente desconocemos su función y/o significado.

Estas marcas que he identificado sobre denarios ibéricos se encuentran relacionadas en: "Marcas de prueba de banquero".

 

 

Marcas y contramarcas hispánicas en otras monedas foráneas y
contramarcas "extrapeninsulares" sobre monedas hispánicas

Ambos casos son relativamente excepcionales, pocas contramarcas hispánicas se encuentran sobre monedas acuñadas fuera de nuestra Península, y menos aún podemos ver monedas hispánicas contramarcadas fuera de Hispania. De todas formas, entiendo que son dos temas importantes ya que la información que podemos extraer de estas monedas contramarcadas sobre rutas comerciales o movimientos de tropas puede ser realmente interesante.

García-Bellido (1999: 57) nos indica que no ha sido encontrada ni una sola moneda contramarcada con la abundante cabeza de águila en las excavaciones de los campamentos romanos de Germania, y sin embargo sí que se encontraron monedas acuñadas en Hispania en trece de dichos campamentos. Ver mapa del "Diccionario de Cecas" de esta misma autora (2001: 174). Esto parece indicar que la circulación de las monedas contramarcadas hispánicas era un fenómeno muy local.

Veamos algunos ejemplos de contramarcas hispanas sobre monedas foráneas: un calco cartaginés acuñado en Cerdeña y seguramente contramarcado en Hispania, un as de Tingi con la contramarca gaditana COL, dos ases de Lugdunum: uno con la contramarca CAS de Cascantum y otro con cabeza de águila, un as de Nemausus también con cabeza de águila, otro as de Nemausus con la contramarca "dD" y el interesante ejemplar de Caesarea que figura a la izquierda. (Ver artículo: Una moneda singular: AE norteafricano contramarcado con la "cabeza de águila" de la Tarraconense). Todas estas monedas debieron haber circulado por la península Ibérica, puesto que presentan contramarcas hispánicas.

 Ejemplos de contramarcas foráneas sobre monedas hispánicas son: los ases de Calagurris y Caesaraugusta, contramarcados en las Galias con SPQ y SPQR respectivamente (ver página 103 del artículo: "Contramarcas de CALAGVRRIS IVLIA NASSICA"), el semis de Caesaraugusta contramarcado en Germania Inferior con IMP (ver: García-Bellido, 2004: 127, nº 18). Ver denarios de Colonia Patricia 1 - 2 - 3 - 4 - 5, Tarraco 1 - 2 y Emerita.

Otros ejemplos son: el as de Turiaso, la dracma de Emporion y los ases de: Gadir 1 - 2 - 3 - 4 con las contramarcas SITT (?) y TTGN (?) que han sido interpretadas como propias de la ciudad norteafricana de Cirta (?), además del semis de Ebusus mostrado a la derecha con una contramarca del tipo cabeza de Atenea (?) que debe de ser extrapeninsular.

 

 

Errores y defectos en contramarcas

El proceso del contramarcado era relativamente sencillo, por lo que -a diferencia de las acuñaciones antiguas- presenta pocos errores. Ver: "Errores y defectos en la numismática antigua".

Entre estos escasos errores, podemos ver contramarcas "repintadas", es decir, contramarcas aplicadas varias veces moviendo el punzón, como es el caso de estas monedas de Bilbilis y Iulia Traducta. (Los punzones, al igual que los cuños, siempre debían de ser grabados en "negativo" para que al aplicarlos presentaran el aspecto deseado, pero en algunas ocasiones lo hacían erróneamente y el resultado era que las leyendas y/o los dibujos quedaban plasmados invertidos, en la orientación contraria.

Ver un as de Colonia Patricia que presenta dos errores: una contramarca "CPA" grabada invertida y otra contramarca indeterminada que en realidad debe de ser la misma contramarca "CPA" aplicada repetidas veces.

 

 

Contramarcas y marcas singulares

Las contramarcas más llamativas de esta sinopsis son seguramente las que se efectuaron muchos siglos después de haberse acuñado las monedas (ver ejemplos: 1 - 2 - 3, aunque en realidad deben de ser errores, resellados fraudulentos, o pruebas de punzones, puesto que en Castilla nunca se reglamentó el resellado de monedas obsoletas. Ver: "Marcas, contramarcas y reacuñaciones en las monedas de la Antigüedad".

No menos interesante es el as de Tiberio acuñado en Emerita y utilizado para una prueba de punzón casi 18 siglos después, (aunque realmente no es una contramarca sino una curiosa marca). Ver artículo: "Una moneda singular: ¿Cuántos siglos separan al emperador de su león rampante?"

Mención especial merecen también las piezas contramarcadas repetidamente con un pequeño cuño "CR", que se detallan en el siguiente artículo: Dos piezas singulares: Un enigmático uso de la contramarca "CR".

 

 

Contramarcas y marcas falsas

Desafortunadamente, siempre es necesario tener en cuenta el tema de las falsificaciones y las contramarcas no son ajenas a ellas. Ver: "Contramarcas y marcas falsas".

Cierto es que -en general- al ser las monedas contramarcadas poco apreciadas por los coleccionistas, bien por su habitual mal estado o bien porque la contramarca se considera más bien un defecto, este tipo de monedas (al igual que ocurre con las monedas forradas) no es objetivo habitual de los falsarios. Sin embargo, como era de esperar, hay que andarse con cuidado ya que contramarcas falsas... haberlas, haylas.

Unos simples ejemplos lo constituyen las siguientes monedas. (La primera fue vendida en Aureo & Calicó, quienes indicaban que se trataba de una falsificación del siglo XIX, pero las otras tres proceden de eBay.es, y ahí nadie indicaba nada, claro):

  • Mitad de Arse vendida como falsificación del siglo XIX, por lo que la contramarca seguramente también sea falsa.

  • As de Ulia muy gastado al que grabaron las letras S C en su anverso para ver si picaba alguno. (Y picaron).

  • As de Castulo burdamente manipulado con una letras supuestamente ibéricas.

  • As de Claudio de imitación hispánica (Hispania, mediados del siglo I d.C.), al que se le han grabado las letras ke.s.e (una contramarca que no existe) en un claro intento de revalorizar la pieza.

Más información sobre las falsificaciones puede verse en: "¡Ojo con las falsificaciones!"

 

 

Presentación Introducción Bibliografía y links
Galería de contramarcas y mapa de cecas del tipo "cabeza de águila"