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PLAUTILA

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 Justa Fulvia Plautila fue hija de Cayo Fulvio Plautiano, poderoso prefecto pretoriano y consejero del emperador Septimio Severo.

 Se casó con Caracalla, el hijo del emperador y joven césar de 14 años, en el año 202 d.C., siendo solo un matrimonio de conveniencia que facilitaba las ambiciones de su padre que buscaba un heredero que en futuro pudiese llegar a ser emperador. Bella y arrogante, la relación entre Plautila y su marido fue de mutuo desprecio y odio, llegando al punto de no verse durante largos períodos de tiempo.

 Mientras tanto, su padre (Cayo Fulvio Plautiano) intentó extender su poder, llegando a ordenar la erección de estatuas en su honor y ordenando asimismo, el asesinato de muchos de sus enemigos. Pero el odio de Caracalla por él fue aumentando, llegando al extremo de ordenar su ejecución, con el consentimiento del emperador, durante el año 205 d.C. y tras acusarle de provocar un complot contra él y también contra su padre, el emperador Septimio.

 Tras la ejecución de Plautiano, durante el 211 d.C., Caracalla y Septimio Severo ordenaron el destierro de Plautila a las islas Lipari, en donde y tras la muerte del emperador Septimio Severo (que era la única persona que podía garantizar su vida), fue asesinada por orden de su marido, el nuevo emperador Caracalla, en el año 212 d.C. conjuntamente con una hija de ambos de corta edad.

 Las acuñaciones a su nombre fueron realizadas durante el reinado conjunto de Septimio Severo y Caracalla, así como, irónicamente, durante su destierro y poco antes de su muerte.