JULIO  NEPOTE Iulius Nepos

 

En el año 472, el bárbaro Gundebaldo sucedió en el cargo de Magister Militum a su tío Ricimero y nombró su propio emperador títere en la figura del Comes Domesticorum Glicerio. El emperador de Oriente Zenón nunca lo aceptó, sino que envió hacia Italia a Flavio Julio Nepote, gobernador militar de Dalmatia y miembro consorte de la familia imperial de Constantinopolis. Glicerio, que había sido abandonado a su suerte, abdicó. Sin que llegara a haber batalla alguna, en junio de 474, Julio Nepote se convirtió en emperador del debilitado Imperio de Occidente.

Nepote era de carácter humano y valeroso, merecedor de llevar la diadema imperial y capaz de restablecer la dignidad de la porción del Imperio que le había correspondido. Pero en agosto de 475, los soldados se levantaron y lo derrocaron. La insurrección la dirigía un romano llamado Orestes, que había llegado a ser secretario de Atila, tras la muerte del cual había ingresado en el ejército romano alcanzando el grado de general.

Nepote tuvo que huir y Orestes convirtió a su hijo de catorce años Rómulo Augusto en emperador (en realidad, en el último usurpador). Los romanos comprendían que estos últimos emperadores eran solo una farsa y pusieron a Rómulo el diminutivo burlesco de Augústulo, y así es como lo recuerda la historia: Rómulo Augústulo.

Rómulo fue depuesto en el año 476 d.C. por el jefe de los mercenarios germanos en Italia, un hérulo llamado Odoacro. Roma había caído definitivamente.

Oficialmente el último emperador romano de Occidente es Julio Nepote (474-475 y 477-480 d.C.), si bien la segunda parte de su reinado fue simplemente nominal, ya que Odoacro gobernó en su nombre al estar el emperador exiliado en Dalmatia. Después de su salida en 475, Julio Nepote nunca regresaría a Italia, siendo asesinado por sus soldados en 480.

La caída de Roma marca el fin de la Edad Antigua y el comienzo de la Edad Media. Los estados germánicos se consolidarían rápidamente en todo el occidente europeo, pero nunca se borraría el grandioso legado de la civilización romana.