¿ES FALSO MI DENARIO?
Guía para la autentificación de las monedas de plata de la Antigüedad

Capítulo 14
PRESENCIA DE BURBUJAS
 

Como norma general la presencia de una burbuja en una moneda sirve para condenarla inmediatamente. En efecto, una burbuja es un signo más que evidente de que una moneda ha sido fundida ya que durante este proceso, y mientras la plata permanece en estado líquido, suele producir burbujas de aire que al subir a la superficie dejan en ella señales de su presencia con un “hueco” en el campo de la moneda. En otras ocasiones son pequeños pegotes de plata, circulares o no, los que dejan en la superficie de la moneda los rastros de la fundición.

Conviene aclarar este punto: hablaremos de burbujas en negativo cuando forme una depresión respecto a la superficie de la moneda, y la burbuja será en positivo cuando forme una protuberancia respecto a esa misma superficie:

 

Figura 1.  El dibujo de la izquierda corresponde a una burbuja “en negativo” y el de la derecha a una burbuja “en positivo”

Un factor a tener en cuenta en la observación al microscopio binocular de los relieves de las monedas es la dirección desde la que son iluminados, ya que según de dónde proceda la fuente de iluminación, los perfiles pueden variar de aspecto. Un buen consejo sería tomar la costumbre de iluminar las monedas que queramos observar siempre desde la misma dirección, con el fin de mejorar nuestra percepción de las superficies de las monedas.

También hay que tener en cuenta que si bien es cierto que el descubrimiento de una burbuja supone la inmediata condena para una moneda que se halle bajo observación, no es menos cierto que debemos estar seguros de que aquello que estamos observando es realmente una burbuja, ya que las monedas auténticas han pasado por muchas vicisitudes y han recibido a lo largo de los años numerosos golpes y rozaduras, o han sido sometidos a procesos que han corroído sus superficies en mayor o menor medida, y cualquiera de esas señales podría ser confundida con una burbuja.

Ojalá las burbujas siguiesen un patrón en cuanto a tamaño, pero desgraciadamente no es así ya que las encontramos de diversas medidas; por ello, y para una mayor familiarización con ellas, las siguientes imágenes están sin cortar, para poder apreciar mejor su tamaño relativo respecto a la moneda. Vamos a verlas.

BURBUJAS EN NEGATIVO

Imagen 14.1.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de la familia Claudia. Colección Citrus.

Imagen 14.2.  Burbujas de fundición sobre un denario falso de Gens Procilia. Colección Maximus.

Imagen 14.3.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Gens Herennia. Colección Maximus.

Imagen 14.4.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Caracalla. Colección GS.

Imagen 14.5.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Nerva. Colección GS.

Imagen 14.6.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Geta. Colección GS.

Imagen 14.7.  Burbujas de fundición sobre un denario falso de Septimio Severo. Colección GS.

Imagen 14.8.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Septimio Severo. Colección GS.

Imagen 14.9.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Maximino. Colección GS.

Imagen 14.10.  Burbujas de fundición sobre un denario falso de Trajano. Colección GS.

Imagen 14.11.  Burbuja de fundición sobre un denario falso de Trajano. Colección GS.

BURBUJAS EN POSITIVO

Y ahora observemos varios ejemplos de burbujas “en positivo”, es decir, de aquellas que sobresalen del campo de la moneda:

Imagen 14.12.  Burbujas o depósitos de plata en una moneda fundida de Adriano. Colección GS.

Imagen 14.13.  Burbujas o depósitos de plata en una moneda fundida de Nerva. Colección GS.

Imagen 14.14.  Burbujas o depósitos de plata en una moneda fundida de Nerva. Colección GS.

Imagen 14.15.  Burbuja en positivo en un denario fundido de Caracalla. Colección GS.

Aparte de las burbujas, existen también otro tipo de señales que se forman en algunos denarios fundidos de menor calidad y que son debidos a que el material fundido no se aposenta con normalidad en el molde. Un par de ejemplos bastarán para que los tengamos en cuenta:

Imagen 14.16.  Falta de material en un denario fundido de baja calidad. Colección GS.

Imagen 14.17.  Falta de material en un denario fundido de baja calidad. Colección GS.

En ocasiones, esos “pegotes” no tienen una forma concreta y son simplemente eso, pequeños trozos de plata que han quedado pegados durante el proceso de fabricación del clon fundido, como los de esta peligrosa copia de un denario de Arsaos:

Imagen 14.18.  Pegote de plata en un denario falso de Arsaos. Colección GS.

Imagen 14.19.  Pegote de plata en un denario falso de Arsaos. Colección GS.

Por último, conviene tener en cuenta que determinadas copias de denarios obtenidas por acuñación suelen presentar también algunas curiosas burbujas “en positivo”, posiblemente por algún defecto en los cuños, y que hay que reconocer, dado que se presentan con mucha frecuencia en este tipo de piezas.

Imagen 14.20.  "Burbujas" en positivo en un denario falso acuñado de Augusto. Colección Mapila.

Imagen 14.21.  "Burbujas" en positivo en un denario falso acuñado de Augusto. Colección Mapila.

En resumen; el hallazgo de burbujas, depósitos o pegotes de material en la moneda que estamos autentificando debe ser considerado siempre un signo de alerta muy importante, no obstante, habrá que valorar bien su aspecto, sobre todo su esfericidad, para poder descartar que se trate de golpes u otros defectos que pueda haber sufrido la moneda a lo largo de su historia.

Sea como sea, cuando nos enfrentemos al examen de una moneda, deberemos incluir en nuestro protocolo de estudio la búsqueda exhaustiva de estos inquietantes signos.

 

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