Gordiano I Africano

Marco Antonio Gordiano Africano, provenía de una ilustre familia (hijo de Metius Marulus y Ulpia Gordiana) y a temprana edad desempeñó cargos públicos en los que destacó por su virtud y moderación.

Se le nombró Cónsul bajo el emperador Caracalla en 213 d.C. por primera vez y en 229, con Alejandro Severo, por segunda. Este emperador envió a Gordiano a África en calidad de Procónsul y consiguió ser muy popular ganándose el afecto de los ciudadanos.

Con su esposa Fabia Orestilla, tuvo un hijo (en 192 d.C.) también llamado Gordiano.

En 238 d.C., llegó a África un recaudador de impuestos enviado por Maximino que exasperó a la población con sus exacciones y fue muerto por algunos jóvenes de la nobleza. Los ciudadanos, decididos a burlar las seguras represalias del tiránico emperador tracio (Maximino) instaron a Gordiano para que se hiciera cargo del trono imperial, junto con su hijo.

Esta sublevación fue bien vista por el pueblo de Roma, que detestaba al feroz régimen de Maximino y el Senado dio su aprobación, destituyendo a Maximino y ascendiendo a ambos Gordianos, nombrándoles Augustos.

Desgraciadamente para el Imperio, los nuevos emperadores no disfrutaron por mucho tiempo de los honores de la púrpura. Capeliano -el gobernador de Mauritania- enfurecido porque había sido depuesto por Gordiano padre, marchó sobre Cartago con un numeroso ejército y en el transcurso de la lucha, a las puertas de la ciudad, murió el hijo de Gordiano. Al conocer la noticia, su padre se quito la vida, desesperado. El gobierno conjunto de ambos Gordianos, duró tan sólo 45 días.

Maximino regresó de sus campañas en la Panonia (región europea que actualmente es Hungría) e intentó sofocar rápidamente la rebelión, marchando hacia Roma. Su ejercito cruzó los Alpes sitiando Aquileia, al noreste de Italia. La ciudad resistió varios meses de asedio y finalmente, tanto él como su hijo Máximo fueron asesinados por sus propios soldados en el año 238, al este de Venecia, en Aquilea.

Gordiano III, el nieto de Gordiano I, emergió como sucesor de Maximino, después de los fugaces reinados de Balbino y Pupieno.