LA CAÍDA DE OCCIDENTE (365-476 d.C.)
Las invasiones bárbaras

 
 
  Batalla de Hadrianopolis (378)     Batalla de Campus Mauriacus (451)
 
 
 
 

La Caída del Imperio Romano de Occidente

 
     
 

A mediados del siglo IV, el Imperio Romano mantenía sus fronteras más o menos intactas, pero al otro lado del mundo, el Imperio Chino estaba amedrentado por el reino Wei fundado al norte de su territorio. Las convulsiones de estos pueblos asiáticos terminaron por expulsar a los hunos, que iniciaron su marcha hacia el oeste. La barrera natural del Himalaya protegió al Imperio Gupta de los hunos, quienes se dirigieron hacia el noroeste, penetrando en 374 en Europa a través del Imperio Ostrogodo.

 
     
 

En el año 376, los visigodos sufrieron una fuerte presión por parte de los hunos, por lo que pidieron autorización para cruzar el río Danubio y establecerse pacíficamente en territorio romano. Seguramente ese hecho marcó el comienzo de la caída del Imperio.

 
     
 

Durante exactamente un siglo, entre los años 376 y 476, tanto la parte Oriental, como la Occidental del Imperio Romano, sufrieron innumerables invasiones por parte de los pueblos germánicos, quienes empujados por las migraciones asiáticas, buscaron nuevos territorios dentro de las fronteras romanas.

 
     
 

Visigodos, ostrogodos, hérulos, gépidos, sármatas, cuados, suevos, vándalos, alanos, pictos, escotos, jutos, anglos, sajones, irlandeses, britanos, francos, burgundios y alamanes, ante la llegada a Europa de hunos, búlgaros, eslavos e isaurios, conformaron con sus migraciones, invasiones, alianzas, pactos y traiciones, la historia europea de este turbulento periodo.

 
     
 

Los invasores germanos eran relativamente pocos en comparación con la población nativa de los territorios que conquistaron. Por ejemplo, se estima que los bárbaros que entraron en Hispania no llegaban a ciento cincuenta mil. No se mezclaron con los nativos, en parte porque valoraban las diferencias de clase y en parte por las diferencias de religión (la aristocracia era arriana, mientras que el pueblo era católico).

 
     
 

Ciertamente eran buenos guerreros y la población civil estaba indefensa, por lo que no tuvieron dificultades en convertirse en la clase dominante, pero era importante para ellos que el pueblo los viera como gobernantes legítimos, por lo que, siempre que pudieron, los germanos buscaron de una u otra forma que el Imperio Romano reconociera y legitimara su autoridad. En realidad, la mayoría de los gobernantes bárbaros no eran realmente tan bárbaros, sino que admiraban la cultura romana y por ello, no trataban de destruirla, sino de formar parte de ella (en una posición privilegiada, eso sí).

 
     
 

Rómulo Augústulo, último gobernante de Occidente, fue depuesto por el jefe de los hérulos Odoacro, a quien sus tropas proclamaron rey de Italia en el año 476. Los historiadores consideran el derrocamiento de Rómulo Augústulo como la caída del Imperio Romano de Occidente. Este hecho marca el fin de la llamada Edad Antigua y el comienzo de la Edad Media.

 
     
 

Habían transcurrido 1229 años desde la fundación de Roma y rápidamente los estados germánicos se consolidarían en todo el occidente europeo, pero nunca se borraría el legado de Roma. Sin embargo, en Oriente pervivió el Imperio Romano, siendo conocido a partir de entonces como Imperio Bizantino, conociendo épocas de esplendor como las de Justiniano I y perdurando casi otros 1000 años, hasta la toma de Constantinopla (1453) por otros pueblos asiáticos, los turcos.

 

 
 

 

Cronología de las invasiones bárbaras

  365  

El Imperio Romano mantenía por entonces sus fronteras más o menos intactas, pese a la presión cada vez mayor de germanos y persas. Mientras, el reino ostrogodo había experimentado una notable expansión en los últimos años, bajo el gobierno del rey Hermanarico. El Imperio ostrogodo controlaba extensos territorios desde el mar Negro hasta el mar Báltico, dominando además algunos pueblos germánicos, como los hérulos y los gépidos.

 

  365-366  

En 365 se produjo un levantamiento encabezado por el general Procopio, que no dudó en pedir ayuda a los visigodos. Sin embargo, Valente no tuvo dificultad en sofocar la revuelta en 366, si bien su lucha contra los visigodos continuaría.

 

  366-368  

Poco después de que Juliano II dejara la Gallia, los alamanes habían cruzado el río Rin, pero Valentiniano no tardó en expulsarlos del territorio romano (366) e incluso realizó varias incursiones en territorio germano. En 367 Valentiniano I envió a Britannia a su mejor general, Flavio Teodosio, quien derrotó a los pictos y repelió una incursión de los sajones (368).

 

  369  

Este año los visigodos fueron derrotados definitivamente por Valente y firmaron un tratado de paz.

 

  374  

Los hunos llegaban a las fronteras del Imperio Ostrogodo. En su migración habían derrotado a numerosos pueblos, muchos de los cuales se habían visto obligados a unirse a ellos, como los vándalos y los alanos. Un grupo de sármatas huyó hacia adelante y trató de traspasar las fronteras romanas, pero fueron derrotados por Flavio Teodosio (hijo del general de Valentiniano del mismo nombre), un experto militar de origen hispano que llegaría a ser el emperador Teodosio I.

 

  375  

El rey ostrogodo Hermanarico se suicidó en 375, al ver cómo caía su Imperio a manos de los hunos. Éstos ocupaban ahora un vasto territorio pero, al carecer de cualquier clase de organización, no puede considerarse un verdadero Imperio. Ese mismo año, en el curso de unas negociaciones con los cuados, Valentiniano I se exasperó y, al parecer, sufrió un ataque al corazón que le causó la muerte.

 

  376  

En 376 los visigodos sufrieron una fuerte presión por parte de los hunos, por lo que pidieron autorización para cruzar el río Danubio y establecerse pacíficamente en territorio romano. El emperador Valente otorgó tal permiso, pero los visigodos recibieron tan malos tratos de los romanos que acabaron rebelándose y devastaron Moesia y Thracia.

 

 
378
 

Valente marchó al encuentro de los rebeldes visigodos, a la vez que Graciano avanzaba apresuradamente hacia el este para reunirse con él, pero Valente no consideró necesario esperarle y presentó batalla cerca de Hadrianopolis, en Thracia.

El jefe visigodo Fritigermo, que no disponía entonces de su caballería, se rindió, ya que no podía enfrentarse a los legionarios romanos tan solo con su infantería. Valente impuso severas condiciones y Fritigerno las aceptó, pero era una estratagema para ganar tiempo. Los soldados romanos permanecieron de pie durante varias horas, mientras que sus generales parlamentaban.

Poco después llegó la caballería que Fritigerno había enviado a buscar. Los soldados romanos estaban cansados y no pudieron ofrecer mucha resistencia a los temibles jinetes hunos que se habían unido a la caballería visigoda. El ejército romano fue aniquilado, muriendo en combate el propio emperador Valente.

Esta batalla supuso el fin de la superioridad militar romana. Los visigodos no tardaron en aprender las técnicas ecuestres de los hunos (entre las que destaca el uso del estribo), con lo que la infantería perdió todo su valor estratégico. Durante los próximos mil años la caballería sería el núcleo de los ejércitos, y sólo con la invención de la pólvora la infantería recuperaría su importancia.

 

  380  

Los ostrogodos, que habían participado en la batalla de Hadrianopolis, se establecieron en Pannonia en 380.

 

  382  

Teodosio I pactó finalmente con los visigodos y los dejó asentarse al sur del Danubio como un reino independiente a condición de que custodiasen la frontera. Además favoreció el alistamiento de los pueblos bárbaros en las legiones romanas. Más aún convirtió en generales a un buen número de ellos.

 

  395-396  

Muerto Teodosio I, el rey de los visigodos Alarico, al que Teodosio I había convertido en general, consideraba que debía haber sido él y no Rufino (que era un político de origen germano) el tutor del emperador de Oriente Arcadio. Por ello, en 395,  condujo a sus hombres contra Constantinopolis, pero descubrió que la ciudad era prácticamente inexpugnable y se retiró, dedicándose entonces a saquear Thracia (396).

 

  397  

En 397 Estilicón (general de origen vándalo y tutor del emperador de Occidente Honorio) avanzó sobre Macedonia con el pretexto de librar al Imperio Oriental de la amenaza visigoda. Alarico y sus hombres estaban ocupando el Peloponeso. No tardó en acorralarlos, pero Alarico logró escapar.

Entonces Eutropio (eunuco de origen armenio que había ocupado el lugar de tutor de Arcadio, tras la muerte de Rufino), pactó con Alarico y lo nombró gobernador de Illyria, el territorio que se disputaban las dos mitades del Imperio. Estilicón tuvo que retirarse y el Imperio Oriental consiguió un doble objetivo, se libró de los visigodos y mantuvo a raya a Estilicón.

 

  400-404  

El visigodo Alarico no iba a conformarse con Illyria, esperó las condiciones oportunas para lanzarse sobre el Imperio de Occidente, y en 400 invadió el norte de Italia. Estilicón tardó en reaccionar. Los ejércitos (ambos integrados casi completamente por germanos) se encontraron en Pollentia (402) con el resultado de una estrecha victoria para Estilicón, a la que siguió otra más rotunda en 403, tras la cual Alarico abandonó Italia y se replegó de nuevo a Illyria.

Honorio, asustado, trasladaría su corte más al sur, de Mediolanum a Ravenna (404).

 

  405-407  

En 405 los suevos se lanzaron sobre Italia a través de los Alpes. Estilicón pudo frenarlos, pero al precio de dejar desprotegida la frontera del río Rin. En 406 una horda de ostrogodos dirigidos por Radagaiso penetró en Italia desde Pannonia y nuevamente Estilicón pudo contenerlos. Ese mismo año, los suevos, conducidos por su jefe Hermenerico, cruzaron el Rin sin encontrar ninguna resistencia. Junto a ellos pasaron los vándalos, dirigidos por Gunderico, y un contingente de alanos.

Estilicón había ido concentrando progresivamente en Italia todas las legiones disponibles. Las únicas fuerzas que quedaban fuera de Italia estaban en Britannia, y su situación era tan precaria que en 407 decidieron elegir su propio emperador, llamado Constantino III. El usurpador pasó todas sus tropas a la Gallia dejando a Britannia completamente inerme. Los britanos tuvieron que defenderse como pudieron de los pictos. Los escotos aprovecharon los disturbios y empezaron a instalarse de forma permanente en el territorio de los pictos.

El usurpador Constantino III logró dominar parte de la Gallia, empujó hacia el sur a suevos, vándalos y alanos y contuvo una invasión de los burgundios, dirigidos por Gundicaro, a los que convirtió en aliados romanos. Constantino III nombró César a su hijo Constante, al cual envió a Hispania para dominar a los bárbaros.

 

  408  

Aunque el experto general Estilicón consiguió defender eficazmente Italia, solo lo logró hasta el año 408, ya que fue asesinado por sus propios soldados a instancias de emperador, que no permitía que su general mantuviera tratos con el visigodo Alarico.

 

  409  

La muerte de Estilicón enojó a muchos visigodos que prestaban servicio bajo sus filas y decenas de miles de ellos se unieron a Alarico, quien en 409 volvió a invadir Italia y no tardó en estar ante las puertas de Roma.

En ese mismo año 409, los bárbaros que habían cruzado las fronteras del Imperio se habían asentado en Hispania: los suevos ocuparon el norte de la península, en el centro se asentaron los alanos y la parte sur quedó bajo dominio vándalo. La parte nororiental de Hispania estaba bajo el control de Constante, pero uno de sus generales, Geroncio, se sublevó en Tarraco, mató a Constante y nombró un emperador llamado Máximo.

Mientras, el visigodo Alarico, asediaba Roma y nombraba a Prisco Atalo como emperador.

 

  410  

Alarico exigió a Honorio que le entregara tierras para sus visigodos. El emperador y su corte, que se sentían a salvo en la bien fortificada Ravenna, se negaron a ceder ante Alarico. Éste optó por volver a asediar Roma como medida de presión, pero tampoco dio resultado, hasta que en 410 la asedió por tercera vez y ahora Roma se rindió. Por primera vez desde que los galos entraran en la ciudad exactamente ocho siglos antes, un ejército enemigo había entrado en la Vrbs.

Alarico permaneció tres días en Roma, depuso a Prisco Atalo, a causa de su incompetencia y luego marchó hacia el sur. La ciudad sufrió daños mínimos, pero el prestigio de Roma quedó dañado irreparablemente. Alarico murió en el sur de Italia, siendo sucedido como jefe de los visigodos, por su cuñado Ataúlfo.

 

  411-412  

Los visigodos se dirigieron hacia el norte en busca de tierras. Ataúlfo también buscaba un acuerdo con Honorio que legitimara su posición, y ahora tenían una buena baza a su favor: en Roma, los visigodos habían capturado a Gala Placidia, la hermanastra de Honorio.

Entre tanto, Honorio había encontrado un general competente que reemplazara a Estilicón. Se llamaba Constancio, y fue enviado a la Gallia contra el usurpador Constantino III. En 411 lo encontró y lo derrotó en Arelate. El usurpador que había en Hispania, Máximo, tuvo que huir a territorio germano y no se volvió a saber de él.

Mientras tanto, un galo llamado Jovino, logró el apoyo de un número suficiente de soldados germanos como para proclamarse emperador. En 412 Ataúlfo llevó a sus visigodos hacia la Gallia y consiguió pactar con Jovino.

 

  413  

Honorio se decidió a negociar con el visigodo Ataúlfo. Éste entendió que un acuerdo con Honorio tenía más valor que un acuerdo con el usurpador Jovino, así que traicionó su pacto anterior y entregó a Jovino, que fue inmediatamente ejecutado. Luego Ataúlfo también se saltó su pacto con Honorio y se asentó en la zona suroriental de la Gallia, formando un reino visigodo independiente.

 Ese mismo año 413, Gundicaro cruzó el Rin con los burgundios, fundando un reino que ocuparba parte de la Gallia y parte de Germania.

 

  414  

Ataúlfo nombro de nuevo a Prisco Atalo como emperador y se casó con Gala Placidia, en contra de la voluntad de Honorio, por lo que el emperador envió a su mejor general en su busca, pero el general Constancio decidió por su cuenta y consideró que mejor que enfrentarse a él, sería enfrentar a unos bárbaros con los otros. Convenció a Ataúlfo de que, como cuñado del emperador, su deber era marchar a Hispania y someter a los invasores bárbaros. El jefe visigodo Ataúlfo, seguramente deseoso de más poder (y más botín), accedió encantado y marchó hacia Hispania.

 

  415-416  

Prisco Atalo fue definitivamente depuesto por Ataúlfo y sería entregado al general Constancio, quien lo envío a Ravenna para que fuera juzgada su usurpación. Honorio le condenó a destierro perpetuo, no sin antes haberle cortado su mano derecha. Prisco acabó sus días en la isla de Lípari.

En 415 los visigodos se dieron cuenta de que lograr el control de Hispania les convertiría finalmente en un pueblo poderoso y el puesto de rey empezó a estar solicitado. Ataúlfo fue asesinado en Hispania junto con sus hijos, y su sucesor, Sigerico, murió también asesinado a los siete días de reinado. Fue sucedido por Valia, quien organizó una expedición a Africa para aprovisionarse de víveres, pero fracasó y en 416 se vio obligado a negociar con Honorio. A cambio de una provisión de trigo, Valia se comprometía a devolver a Gala Placidia y a luchar como aliado romano contra los invasores bárbaros de Hispania.

 

  417-418  

En 417, Honorio casó a Gala Placidia con su general Constancio. Mientras tanto, el jefe visigodo Valia estaba cumpliendo a la perfección su parte del acuerdo. En una serie de campañas, eliminó completamente a los alanos y ya tenía arrinconados a los suevos (en el extremo noroeste de la península) y a los vándalos (en el sur), cuando en 418 Constancio, seguramente temeroso del poder que estaban consiguiendo los visigodos,  llamó a Valia a la Gallia, en donde acordó con él un nuevo pacto.

Los visigodos se comprometían a prestar al Imperio los servicios militares que les fueran reclamados (entre los cuales no se incluían, de momento, destruir a suevos y vándalos) y a cambio, se les permitiría ocupar permanentemente el sur de la Gallia. Se formó así el llamado Reino Visigodo de Tolosa

 

  419  

En 419 el vándalo Gunderico derrotó al suevo Hermenerico, que tuvo que retirarse al extremo noroeste de Hispania.

 

  423-429  

En 423 murió Honorio, y fue sucedido por el hijo de Constancio y Gala Placidia, Flavio Plácido Valentiniano (Valentiniano III), que sólo tenía seis años de edad.

 Sin embargo, la sucesión no fue fácil. Un general de origen bárbaro llamado Flavio Aecio acusó a Gala Placidia de haber conspirado con los visigodos contra Honorio y penetró en Italia con un ejército de bárbaros, por lo que Gala Placidia tuvo que huir a Constantinopolis, junto con su hijo. Para evitar rivales, Aecio envió al general Bonifacio a Africa.

Gala Placidia logró en 425 que Teodosio II declarara Augusto a Valentiniano III. Aecio tuvo que aceptar la decisión y madre e hijo volvieron a Ravenna.

En 428 murió el rey vándalo Gunderico, y fue sucedido por Genserico. Pronto decidió pasar desde Hispania a Africa, y en 429, unos ochenta mil vándalos pasaron el estrecho y  se dedicaron a saquear todo a su paso.

 

  430  

Los francos, dirigidos por su jefe Clodión, llevaban varios años haciendo incursiones al otro lado del Rin, hasta que en 430 ocuparon definitivamente una región en la Gallia.

 

  431  

Los vándalos de Genserico llevaban dos años sitiando al general Bonifacio, quien finalmente escapó a Italia, pero Aecio salió a su encuentro acusándolo de traición, lo derrotó y lo mató.

Teodosio II envió una flota contra los vándalos dirigida por Aspar. La guerra contra los vándalos se prolongaría varios años.

 

  433  

Los hunos dominaban un vasto territorio y llevaban años en calma,  pero en 433 dos hermanos lograron ser reconocidos como reyes por la totalidad de los hunos. Se llamaban Atila y Bleda y bajo su dirección reafirmaron su dominio sobre los pueblos eslavos.

Ese año 433, Aecio firmó un tratado de paz con el suevo Hermenerico, con lo que se creó un reino suevo en el noroeste de Hispania de características similares al del reino visigodo del sur de la Gallia.

 

  434-435  

En 434 la flota del vándalo Genserico derrotó a la de Aspar, que se vio obligado a retirarse con grandes pérdidas. En 435 los vándalos obtuvieron de Valentiniano III la condición de federados del Imperio, como lo eran los visigodos.

 

  436  

Los hunos presionaban cada vez más a los germanos. En 436 el rey burgundio Gundicaro murió en combate contra Atila. Fue sucedido por su hijo Gunderico, quien fue derrotado por Aecio y negoció con él ofreciéndole su apoyo contra los hunos a cambio de nuevas tierras.

Ese mismo año, Aecio pudo contener a los francos en un territorio reducido.

 

  439  

Hermenerico, el rey de los suevos, dirigió varias campañas militares que le dieron el control del oeste y el sur de Hispania. Ese mismo año 439 se sintió enfermo y abdicó a favor de su hijo Requila.

Mientras, Genserico se apoderó de Carthago, que se convirtió desde entonces en la capital del reino vándalo.

 

  441  

Tras la muerte de Hermenerico, su hijo Requila se convirtió definitivamente en rey de los suevos. La expansión del reino continuó, y en los años siguientes, Requila conquistó incluso zonas orientales de Hispania.

 

  442  

En 442, el vándalo Genserico tenía preparada una gran flota que causó pánico. Solo el Imperio de Oriente tenía una flota capaz de hacerle frente, pero Genserico pactó con los persas y logró que el Imperio Oriental no interviniera. Valentiniano III tuvo que reconocer el dominio vándalo sobre un territorio aún mayor.

 

  443  

En 443 los burgundios fueron desplazados hacia el sur. Ocuparon Sabaudia y fundaron un reino entre las cuencas de los ríos Saona y el Ródano. Su rey se llamaba Gundioc.

 Ese mismo año, los hunos derrotaron a Aspar junto a las murallas de Constantinopolis, que aún no estaban completamente terminadas. Después de conseguir imponer un fuerte tributo anual, los hunos se retiraron.

 

  445  

En 445 el rey huno Atila asesinó a su hermano Bleda. Al parecer, éste ejercía una influencia moderadora sobre Atila, que ahora desapareció para siempre. La política de Atila se hizo más agresiva.

 

  447  

En 447 murió el rey franco Clodio. Según la tradición fue sucedido por su hijo Meroveo, pero todo lo que se sabe de este rey parece ser pura leyenda.

 

  448-449  

El rey suevo Requila murió en 448, y fue sucedido por su hijo Requiario, que, excepcionalmente, era católico en lugar de arriano. En 449, Requiario se casó con una hija del rey visigodo Teodorico I.

 

  c. 450  

Desde que a principios del siglo V, los ejércitos romanos abandonaron Britannia, la isla se sumió en la confusión: los britanos tuvieron que enfrentarse a los pictos y escotos del norte, a los piratas irlandeses por el oeste y también a las incursiones cada vez más frecuentes de los germanos (jutos, anglos y sajones) por el este. A mediados del siglo V, finalmente estas tres tribus invadieron Britannia en proporciones masivas.

Hubo un primer asentamiento juto en la actual Kent, los anglos no tardaron en asentarse al norte del río Támesis, mientras que los sajones ocuparon la parte sur de la isla, rodeando a los jutos. Un grupo de britanos huyó de los invasores y se instaló en el norte de la Gallia, fueron llamados bretones, y la región que ocuparon, hoy  se sigue llamando Bretaña.

 

  450  

Muerto Teodosio II, Marciano se casó con su hermana Pulqueria y se convirtió en el nuevo emperador de Oriente (450). Cuando los hunos llegaron para recaudar el tributo anual, Marciano se negó a pagarlo y se mostró dispuesto a ir a la guerra. Atila no aceptó el desafío, sabía lo bien protegida que estaba Constantinopla y debió de pensar que la mitad occidental del Imperio era más débil.

Atila inició su marcha hacia el Rin con un ejército de hunos acompañados de otros pueblos sometidos, principalmente ostrogodos.

 

 
451
 

Aecio se preparó para hacer frente a Atila. Su principal aliado fue el rey visigodo Teodorico I, y francos y burgundios, conscientes de que los hunos eran una amenaza para ellos tanto como para los romanos, se unieron a sus filas.

En 451 se produjo un enfrentamiento al norte de la Gallia, en un territorio conocido como Campus Mauriacus (Campos Cataláunicos), por el nombre de una tribu celta que antiguamente los había poblado. Aecio derrotó parcialmente a los hunos y pudo conseguir una victoria aún más completa, pero consideró que unos visigodos inflados por haber derrotado a los hunos serían mucho más difíciles de manejar, y sacrificó la victoria.

En la batalla murió Teodorico I, y Aecio se apresuró a recomendar a su hijo Turismundo que marchase rápidamente hacia el sur para asegurarse la sucesión. Turismundo se llevó a las tropas visigodas y los hunos pudieron retirarse.

 

  452  

Atila reorganizó su ejército y en 452 invadió Italia. Puso sitio a la ciudad de Aquileia, y al cabo de tres meses la tomó y la destruyó. El rey de los hunos siguió avanzando hacia el sur. Decía de sí mismo que donde pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba. Los sacerdotes extendieron la teoría de que era el "azote de Dios", esto es, la forma en que Dios castigaba a los hombres por sus pecados. Valentiniano III se quedó en Ravenna, protegido por sus murallas y sin hacer nada, mientras que Atila se dirigía hacia Roma.

Los habitantes de Roma, viendo que el emperador había abandonado la ciudad a su suerte, se confiaron a la única autoridad que tenían entre ellos, al obispo León. Es difícil saber qué sucedió entonces,  lo único cierto es que Atila dio media vuelta y dejó a Roma en paz.

Tras su enfrentamiento con Atila, la fama del obispo de Roma aumentó grandemente, se daban las circunstancias para aspirar a convertirse en la cabeza de la Iglesia Católica, y así lo hizo. Puede considerarse a León como el primer Papa, en el sentido estricto de la palabra.

 

  453  

Desde la batalla de los Campos Cataláunicos, el rey visigodo Turismundo había iniciado una política expansiva. En 453 sufrió una derrota al tratar de asediar Arelate, derrota que Aecio supo aprovechar. Poco después Turismundo fue asesinado por su hermano Teodorico II,  quien se convirtió en rey, con el apoyo de Aecio.

Ese mismo año 453, Atila añadió una esposa a su harén y murió en circunstancias misteriosas, tras los festejos de la boda. Tal vez Aecio logró introducir un traidor entre sus allegados. A su muerte, los territorios de los hunos se dividieron entre sus numerosos hijos.

 

  454  

En 454 los pueblos germanos, que habían aprendido todas las novedades bélicas traídas por los hunos, se rebelaron tan pronto como les llegó la noticia de la muerte de Atila, y el poderío huno se disolvió en la nada.

Los hunos habían arrastrado consigo a los búlgaros, un pueblo asiático que originariamente había estado asentado junto al Volga. Los búlgaros se asentaron a orillas del Danubio, donde antes habían estado los visigodos. Allí se mezclaron con pueblos eslavos, que, libres de la opresión ostrogoda, habían iniciado un proceso de expansión que los llevó tanto hacia el este, como hacia el sur. Los búlgaros adoptaron la lengua y las costumbres eslavas, por lo que al cabo de un tiempo se convirtieron en la práctica en un pueblo eslavo.

El visigodo Teodorico II se mostraba fiel al Imperio Romano. Su pacto entre el Imperio fue renovado y los visigodos vieron aumentado su territorio. En 454, Aecio estaba en la cúspide de la fama, y Valentiniano III tuvo miedo de él y personalmente lo asesinó.

 

  455  

En 455 Valentiniano III ofendió a la esposa de un patricio romano llamado Petronio Máximo, que pronto encontró una ocasión para matar al emperador y sustituirlo en el cargo. Poco después, Petronio obligó a Eudoxia, la viuda de Valentiniano, a casarse con él.

Eudoxia decidió pedir ayuda al hombre más poderoso de Occidente, al vándalo Genserico. No necesitó que Eudoxia le repitiera la invitación. Al poco tiempo sus barcos estaban en la desembocadura del Tíber. Petronio Máximo trató de huir, pero fue asesinado por la multitud que trató así de aplacar a Genserico.

Los vándalos entraron en Roma, como medio siglo antes habían entrado los visigodos. Sin embargo, ahora la situación fue distinta. Los visigodos dejaron a Roma prácticamente intacta, mientras que los vándalos la saquearon. Durante dos semanas, los hombres acumularon cuanto de valor pudieron encontrar y regresaron a Africa.

Genserico se apoderó con su flota de Corsica, Sardinia y Baleares, y desde estas posiciones tenía a Italia a su merced. Se llevó consigo a Eudoxia y a sus hijas, y a una de ellas, que se llamaba también Eudoxia, la casó con su hijo Hunerico.

 

  456  

Tras la muerte de Valentiniano III, un general romano de origen galo llamado Marco Mecilio Avito, con el apoyo del poderoso rey visigodo Teodorico II (del cual había sido preceptor) se proclamó emperador de Occidente.

Requiario, el rey suevo, se negó a reconocer este nombramiento e invadió el noreste de Hispania, que pertenecía a los visigodos. Teodorico II salió a su encuentro y lo derrotó en varias ocasiones, hasta que finalmente lo ejecutó en 456.

En vista de las circunstancias, Marciano reconoció a Avito como emperador, pero no hizo lo mismo Ricimero, un general romano de origen suevo, que no sentía ninguna simpatía hacia un amigo del rey visigodo que había destrozado a los suevos.

Ese mismo año 456, Ricimero expulsó de Corsica a la flota vándala, y todo aquel que infligiera una derrota a los odiados vándalos se volvía favorito de Roma. Así Ricimero pudo deponer a Avito, el cual no tuvo más remedio que abdicar.

 

  457  

Ricimero no podía proclamarse él mismo emperador, pues era arriano y nunca habría sido aceptado. En su lugar puso en el trono a otro general llamado Julio Valerio Mayoriano, aunque el auténtico gobernante fue Ricimero.

 Tras la muerte de Meroveo, Childerico I, probablemente hijo suyo, se convirtió en rey de los francos. El general romano Egidio contuvo sus intentos de expansión.

Ese mismo año 457, murió el emperador Marciano. El hombre más poderoso del Imperio Oriental era Aspar, pero era arriano y jamás habría contado con la aprobación de la ciudadanía. Aspar eligió a un general católico al que convirtió en León I.

Por primera vez, fue el Patriarca de Constantinopla quien coronó al emperador, iniciándose así una tradición que se prolongaría durante siglos. Primero era el Senado el que designaba a los emperadores, luego fue el ejército y ahora era la Iglesia.

 

  458-459  

En 458 el rey suevo Maldra devastaba Lusitania, mientras su hijo Remismundo se hacía fuerte en Gallaecia, en el noroeste de Hispania.

El rey visigodo Teodorico II envió a Hispania al duque Cirilo para tratar de contener a los suevos, pero el grueso de su ejército se concentraba en la Gallia, luchando contra los romanos. En 459, el general romano Egidio le infligió una derrota y tuvo que desistir.

 

  460  

Mayoriano había tenido un éxito poco antes contra la flota del vándalo Genserico y planeaba atacar Africa. El visigodo Teodorico II pensó que le convendría más aliarse con Mayoriano contra los vándalos en vez de batallar contra el Imperio. Sin embargo, en 460, Genserico logró tomar por sorpresa a la flota romano-goda, reunida en Carthago Nova (Hispania), y la destruyó.

Ese año 460, murió rey el suevo Maldra, y se inició una larga disputa por el trono entre su hijo Remismundo y un primo de éste llamado Frumario.

 

  461-463  

Tras la derrota que el emperador Mayoriano había sufrido en Carthago Nova ante los vándalos, su prestigio se vio seriamente dañado. En 461 el emperador murió misteriosamente, quizá envenenado.

En su lugar, Ricimero colocó a Libio Severo (Severo III), pero la sucesión no sería tan sencilla. En primer lugar, el emperador de Oriente, León I, aspiraba a reconquistar el Imperio de Occidente, y para ello propuso a su candidato Antemio, que era yerno de Marciano. Su forma de presión consistió en no reconocer como legítimo a Libio Severo.

En segundo lugar, el vándalo Genserico tenía también un candidato a emperador. Se trataba de Olibrio, el marido de Placidia, una de las hijas de Valentiniano III que el vándalo se había llevado como rehén tras saquear Roma. Para lograr su objetivo se dedicó a devastar las costas italianas durante varios años.

En tercer lugar estaba el visigodo Teodorico II, que también quiso tomar partido en la decisión, pero Agripino, un general romano, le cedió en 462 la Gallia Narbonensis a cambio de que aceptara la autoridad del emperador. Teodorico II aceptó, Libio Severo ratificó la donación y así el Reino Visigodo tuvo por primera vez salida al Mediterráneo.

Ese año 462, Teodorico II firmó una alianza con el suevo Remismundo, en la que se repartieron Hispania. Luego trató de expandir su reino hacia el norte, pero le frenó Egidio en 463.

 

  464  

En 464 murió el general romano Egidio, y su hijo Afranio Siagrio se convirtió en gobernador de la parte de la Gallia que aún dominaban los romanos. El suevo Remismundo obtuvo una victoria definitiva sobre su primo Frumario que lo confirmó como rey de los suevos. Entonces ratificó la alianza que había establecido dos años atrás con los visigodos.

 

  465-468  

En 465 murió el emperador Libio Severo, Ricimero aceptó la propuesta de León I, y Antemio se convirtió en emperador de Occidente.

El general romano Siagrio dejó de reconocer la autoridad Imperial y sus dominios en la Gallia se convirtieron en un estado independiente, el último reducto de la población romana en la región.

En 467 Ricimero se casó con la hija de Antemio. Teodorico II fue asesinado por su hermano Eurico, que se convirtió en el nuevo rey de los visigodos.

En 468 rompió la alianza con el rey suevo Remismundo y extendió sus dominios en Hispania hasta arrinconar a los suevos en Gallaecia. Remismundo murió ese mismo año, pero el reino suevo siguió existiendo en el nordeste de Hispania.

El nuevo rey visigodo Eurico rompió también los vínculos con el Imperio Romano e inició una expansión por la Gallia.

 

  469-470  

Los ataques del vándalo Genserico arreciaban, ya no se limitaban a Italia sino que alcanzaron el Peloponeso. León I se propuso acabar con él, para lo cual preparó una gigantesca flota de más de mil naves y para ello contó con la ayuda de Antemio. La puso bajo el mando de Basilisco, hermano de la Emperatriz Verina, que no estuvo a la altura de la misión.

En 469, Basilisco logró expulsar a los vándalos de Sardinia, y luego desembarcó cerca de Carthago. Pero durante la noche, Genserico envió barcos en llamas a la deriva contra la flota romana, que fue completamente destruida. Las tropas imperiales tuvieron que huir y en 470 Genserico no tuvo dificultades para apropiarse de Sicilia.

Tras la muerte del rey burgundio Gundicaro, sus hijos se disputaron la herencia. En 470, los ostrogodos, conducidos por su jefe Teodomiro, entraron en Moesia y en los Balcanes, sembrando el caos durante varios años.

 

  471  

Mientras en Occidente los germanos eran los únicos que podían sostener el ejército imperial, en Oriente León I fue formando una escolta personal de guerreros isaurios bajo la jefatura de Zenón. El emperador trató de asegurarse el control, casando a su hija Ariadna con Zenón.

 En 471 el emperador hizo arrestar a Aspar. Se produjo un enfrentamiento entre los isaurios y los hombres de Aspar (fundamentalmente ostrogodos). Los germanos fueron desarmados y exiliados. Los ostrogodos exiliados de Constantinopolis se unieron a los ostrogodos de Teodomiro, que seguían asolando el norte del Imperio de Oriente. Entre ellos estaba Teodorico, hijo de Teodomiro, que había permanecido en Constantinopla diez años como rehén.

 

  472  

En 472 Ricimero culpó a Antemio de la derrota en Carthago (pues el Imperio de Occidente también había participado en la expedición), lo depuso y pactó con el vándalo Genserico la elección de Olibrio como nuevo emperador. Sin embargo, tanto Olibrio como Ricimero murieron ese mismo año. También murió Eudoxia, la hija de Valentiniano III que Genserico había casado con su hijo Hunerico.

 

  473  

Gundebaldo, uno de los aspirantes al trono burgundio, era sobrino de Ricimero, y trató de sustituir a su tío como auténtico gobernante del Imperio Romano de Occidente. Para ello eligió su propio emperador-títere en 473,  un soldado llamado Flavio Glicerio.

Ese mismo año murió el jefe ostrogodo Teodomiro y dos Teodoricos se disputaron la sucesión. Uno era el hijo de Teodomiro, conocido como Teodorico el Joven, y el otro es conocido como Teodorico el Viejo. Éste último pactó con León I cesar en su ataques al Imperio a cambio de ser apoyado como rey de los ostrogodos frente a su rival Teodorico el Joven.

 

  474  

En 474 murió León I, y fue sucedido por su nieto León, hijo de Zenón y Ariadna, pero sólo fue León II durante unos meses, ya que murió poco después de ser proclamado emperador, pasando el trono a su padre Zenón.

Había dos aspirantes a emperadores que pronto lucharían entre sí: el propio Zenón y Basilisco, el general que había dirigido la fallida expedición contra el vándalo Genserico. Ambos buscaron la ayuda de los ostrogodos. Basilisco logró la de Teodorico el Viejo y, por consiguiente, Teodorico el Joven apoyó a Zenón.

La alianza con Zenón sirvió para que Teodorico el Joven fuera reconocido ese mismo año como rey de los ostrogodos. Al mismo tiempo, Zenón logró instalar su propio emperador-títere en el Imperio de Occidente: Flavio Julio Nepote, que expulsó a Glicerio y firmó una paz con el rey visigodo Eurico a cambio de cederle nuevos territorios.

Genserico perdió Sicilia a manos de Odoacro, un oficial romano de origen hérulo cuyo padre había sido ministro de Atila. Tras el desmembramiento del Imperio Huno, Odoacro había ingresado en las legiones romanas y pronto sus acciones le harían pasar a la historia.

 

  475  

En 475 los soldados se levantaron contra Julio Nepote y lo derrocaron. La insurrección la dirigía un romano llamado Orestes, que había llegado a ser secretario de Atila, tras la muerte del cual había ingresado en el ejército romano.

Nepote huyó y Orestes convirtió en emperador a su hijo de catorce años Rómulo Augusto. Los romanos comprendían que estos últimos emperadores eran solo una farsa y pusieron a Rómulo el diminutivo burlesco de Augústulo, y así es como lo recuerda la historia: Rómulo Augústulo.

 

  476  

Con la ayuda de su hermana, Basilisco logró expulsar a Zenón del trono en 475, pero pronto se hizo impopular y el emperador no tardó en recuperarlo gracias al apoyo de los isaurios. En 476 Basilisco junto con su esposa Zenonis y su hijo Marco fueron  encerrados en una torre de una fortaleza de Cappadocia, en donde fueron dejados morir de hambre.

Zenón adoptó al ostrogodo  Teodorico el Joven, y le concedió todos los títulos que Teodorico el Viejo había recibido de León I.

Los mercenarios germanos en Italia se amotinaron, pues Orestes no les concedió las tierras que les había prometido. Se agruparon bajo la dirección del hérulo Odoacro, que capturó a Orestes y lo hizo decapitar. El 4 de septiembre de 476, Odoacro depuso a Rómulo Augústulo, que fue confinado en una villa.

Odoacro no se molestó en nombrar otro emperador. En su lugar envió las insignias imperiales a Zenón, que lo nombró patricio y gobernador de Italia.

 Zenón nunca había reconocido a Rómulo Augústulo como emperador, sino que, oficialmente, el emperador de Occidente seguía siendo Julio Nepote, exiliado en Illyria.

El emperador de Oriente comprendía la gravedad de la situación e inició una política de alianzas en la que reconoció al vándalo Genserico como gobernante de Africa, Sicilia, Corsica, Sardinia y Baleares. Igualmente, el visigodo Eurico vio reconocidas sus posesiones, que incluían toda la península Ibérica y buena parte de la Gallia. El reino suevo todavía existía en el nordeste de Hispania, pero era débil y aceptó la dominación visigoda.

 Los ostrogodos, a instancias de Zenón, no iban a desaprovechar la ocasión y pronto arrebatarían Italia a Odoacro

 

     

 1229 años después de su fundación, la caída de Roma marca el fin de la Edad Antigua y el comienzo de la Edad Media. Los estados germánicos se consolidarían rápidamente en todo el occidente europeo, sin embargo, nunca se borraría el grandioso legado de la civilización romana.