VALENTINIANO  III Placidus Valentinianus

 

Plácido Valentiniano III nació en el año 419, siendo hijo de Constancio III y Gala Placidia, sobrino por tanto del emperador de Occidente Honorio.

Después de morir Constancio III y enemistada con Honorio, Gala Placidia viajó a Constantinopolis con su hijo (423), la corte de Teodosio II era sin duda más segura. El emperador no solo aceptó el título de Nobilissimus que Honorio había dado a Valentiniano en 320, sino que le elevó al rango de César en 324 y le prometió con su hija Licinia Eudoxia.

Muerto sin descendencia Honorio (423), surgió en Roma el usurpador Juan (Iohannes), pero el emperador de Oriente envió un ejército para restablecer el orden dinástico, Juan fue capturado y ejecutado. Valentiniano III regresó de inmediato con su madre a Roma, en donde fue nombrado Augusto (octubre 425).

Gala Placidia se hizo cargo de la regencia durante la minoría de edad de su hijo (425-437), retirándose después a la vida privada para dedicarse a obras religiosas. El control efectivo pasó entonces a manos del general Aecio, y ese mismo año 437, Valentiniano regresó a Constantinopolis para tomar por esposa a su prometida Licinia Eudoxia.

La desintegración del Imperio de Occidente prosiguió durante todo el reinado de Valentiniano III, ya que todas sus provincias fueron continuo escenario de guerra: Teodorico, rey de los godos, puso sitio a Arelate; las provincias africanas se perdieron definitivamente a manos de los vándalos (439); los suevos se establecieron en el noroeste de Hispania, mientras visigodos, burgundios, francos y alanos luchaban entre si para controlar la Gallia; pero el mayor peligro vino de Atila, rey de los hunos, que invadió la Gallia (451), si bien el problema fue resuelto gracias a la importante victoria que sobre él obtuvieron el general Aecio y sus aliados visigodos y burgundios, en la famosa batalla de los Campos Cataláunicos.

Temeroso del prestigio creciente del general Aecio, Valentiniano III le hizo asesinar en el año 454, pero al año siguiente caería el propio emperador, víctima de un complot urdido por el senador Petronio Máximo, quien además, forzó al matrimonio a su viuda Licinia Eudoxia.

Valentiniano III no tuvo descendencia masculina, tan solo dos hijas: Eudocia y Placidia, lo que quedaba del Imperio de Occidente pasó a manos del usurpador Petronio Máximo, quien no pudo evitar el segundo saqueo de Roma a manos de los vándalos (455).