MAGNO  MÁXIMO Magnus Clemens Maximus

 

Magno Clemente Máximo nació en Hispania, siendo posiblemente pariente de Teodosio I, lo cierto es que sirvió con su padre (un gran general también llamado Teodosio) y que consiguió alcanzar los más elevados cargos en el ejército romano de Britannia.

Aprovechando el descontento de las tropas de dicha Provincia, que se encontraban en estado de abandono, Magno Máximo se rebeló, siendo aclamado como Augusto en julio de 383. Inmediatamente pasó a la Gallia y el emperador Graciano respondió marchando con sus legiones hacia él, pero sus tropas, celosas de los privilegios concedidos a los federados alanos incorporados al ejército, se pasaron al bando insurgente. El emperador fue abandonado por sus propios soldados cerca de Lutetia (actual París). Graciano huyó entonces hacia los Alpes para reunirse con las tropas de Teodosio I, pero fue alcanzado por su enemigos en Lugdunum y murió asesinado en agosto de 383.

Magno Máximo se hizo dueño de la práctica totalidad de Occidente (a excepción de Italia, en donde Valentiniano II había sucedido a su hermano Graciano), estableció su corte en Treveri y fue temporalmente reconocido por el emperador de Oriente Teodosio I.

En 387 nombró a su hijo Flavio Víctor como Augusto, de esta forma el rebelde general aseguraba la línea sucesoria y trataba de dar legitimidad a su usurpación, pero su ambición le llevó a invadir Italia (387), en donde en principio no encontró oposición, Valentiniano II había huido a refugiarse a la corte de Teodosio I en Constantinopla.

Al año siguiente (388) Teodosio I el Grande hizo suya la causa de Valentiniano II y marchó con sus tropas hacia Occidente, logrando derrotar al usurpador en los alrededores de Siscia y haciéndole prisionero. Magno Máximo fue ejecutado en agosto de 388, en Aquileia, siendo condenado a Damnatio Memoriae. El joven Valentiniano II quedó entonces como único emperador de Occidente.